A veces me muerden las palabras que no digo;
me van royendo los años y la sombra de los pies.
Mientras duermo ladran
los guardianes del silencio;
y sé que en algunas madrugadas
se despierta la otra,
la que no soy,
con ganas de gritar hasta romperse la garganta.
Al amanecer, con el sabor amargo del café y los silencios,
me pregunto en qué noche, detrás de qué ventanas
se me perdió la otra.
martes, abril 05, 2005
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3 comentarios:
Bien, esta luna me gusta mucho más, tiene más que decir y con mayor madurez su voz.
Me gusta tu reflexión sobre el silencio. Aunque mi postura es un pelín diferente.
¡ Tenemos tema para intercambiar poemas compañera !
... no dudes que en medio de esa madrugada eterna aparte de un silencio mago se encuentra tu poesía, que no, no se perdió. Un beso CirculoVacío
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