Alberto salió a la terraza para darle a Laura un sobre con las fotos del verano. Laura las fue mirando despacio, con cuidado para no dejar la marca de los dedos.
- No hay ninguna en la que salgamos los dos.- Le dijo.- Cualquiera pensaría que no hemos estado juntos de vacaciones.
Alberto se arrancó un trozo de piel cuarteada por el sol. Revisó las fotos y entró de nuevo en casa.
Laura se quitó la camiseta y cerró los ojos. Quería aprovechar los últimos rayos de sol del verano. Había regresado de su viaje por Europa con la piel tan blanca como el plástico de la mesa.
domingo, junio 12, 2005
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6 comentarios:
Me gustan tus historias. Sabes concentrar momentos, el signo. El guiño.
Explótalo.
Félix H. de Rojas
¿Llevaba Laura, algo debajo de la camiseta?
Gracias, Félix.
Respecto a la camiseta, la imaginación es libre.
Interesante historia... Dos mundos que no se encuentran...
Un desencuentro precioso. Dejas al que lee inmerso en un mar de dudas y preguntas y eso, es muy bueno.
Gracias por tus letras
Gracias a tí, Merche. Esa era la idea, un texto abierto. Nos "vemos" por aquí o po tu blog.
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