viernes, junio 10, 2005

Vacío (mi ciudad)

Hay un dolor más primario

que el dolor de la muerte.

Hay un canto que se escucha

entre los hombres tristes.

Hay un rumor de prisa

que estrangula el ambiente.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Toda esa desolación te la provoca tu ciudad? (entiendo por el título)... ¿Dónde vives?

El paso del ciempiés dijo...

Más que una sensación que tengo, es a lo que pienso que estamos avocados de seguir así. Atravesar la ciudad cada día, hora y media de transporte apretujado y sudoroso, para llegar a un trabajo que casi nunca te gusta y al que dedicas ocho horas sentado en una silla, mas dos para comer con tus compañer@s; mucho más tiempo del que queda para la familia, los amigos, la lectura, el deporte... Y la anestesia los fines de semana, pequeños paréntesis en los que vislumbras otra vida, lo justo para que no te guste demasiado y pienses en mandarlo todo al carajo.

Afortunadamente, no es mi caso ;)

Anónimo dijo...

Si no es tu caso... Este poema no está motivado en una labor de instrospección en tus propios sentimientos, sino en lo que crees que sientes los demás (a no ser que sí que hayas estado metido en esa situación atenriormente, aunque no ahora). No sé... Eso me hace dudar de que realmente te salga de las tripas... La poesía debe de salir de las tripas (esta frase ya es opinable)... Un poeta es un catalizador de sentimientos (esto también es opinable) que a través de su intimidad es capaz de explicar la intimidad de muchos (opinable también). No quiero incomodarte, si lo he hecho disculpa. Pienso que es importante que la poesía se vomite y sea sincera.

El paso del ciempiés dijo...

No me incomoda, al contrario, agradezco mucho el comentario sincero y me ha gustado la reflexión. Esto lo escribí hace unos días al llegar a casa; supongo que en ese momento lo sentía, o sentía el peligro de caer por ese agujero. A veces es difícil explicar de dónde surgen los poemas. Por ejemplo, "delirio" no lo escribí en función de mi propia experiencia, sino de la de personas con las que trabajo; sin embargo, sentí la necesidad de comprender cómo se sienten, de resumir lo que me transmiten cada día.

Estoy de acuerdo con lo que dices, pero no sé si la experiencia ha de ser propia o basta con que te remueva por dentro.

Félix H. de Rojas / Félix Hernández de Rojas dijo...

Mi opinión tonta: Quizás la falta aparente de rima, el ritmo distinto de cada pareado y la sencillez confunde. Se lee mejor el poema considerando bloques de dos versos acompañados de silencios.

Gana con la introspección.

El paso del ciempiés dijo...

Ninguna opinión bienintencionada es tonta. Como escribí en un comentario en el blog de un compañero, esto para mí es una forma privilegiada de aprender.

Fernando Díaz dijo...

Pues si mi opinión te sirve. Es de lo más interesante que te he leido.
Camino correcto.

Animo y un saludo de uno los hombres tristes de los que hablas (aunque no lo sea completamente)

El paso del ciempiés dijo...

Muchas gracias, Fernando. Seguiré haciendo experimentos